sábado, 1 de enero de 2011

Telegrama para el 2010

Llegaron personas nuevas, que me sorprenden todo el tiempo. Por las que estoy muy agradecida.

Se fueron otras. Unas temporalmente y en busca de sorpresas. Otras, para siempre en medio de un silencio inexplicable. Por estas personas también estoy agradecida.

Se fue un gato y llegó otro. Se fue un trabajo y llegará otra cosa. Viajé a celebrar un cumpleaños y a perseguir a mi banda favorita.

Di regalos y le dije a varias personas que las quería. Unas me dijeron que me querían también, otras, otro, todavía se quedan callados.

Un año de personas, viajes, regalos y gatos.

¿Y al amor? ¿Ese tipo de amor? No, nada, otro año sin amor. Otro año en el que no sentí nada. Lo único que siento es que desconozco mi alma con más frecuencia.

4 comentarios:

Susana dijo...

Pero desconocer el alma con más frecuencia es bueno o malo? A mí me gusta cuando es posible sorprenderse a uno mismo.

CarolinaVK dijo...

A mí también me gusta sorprenderme, sin duda. Pero esto de sentir el alma, o la panza o el corazón, como si le hablaran a uno en otro idioma, es raro. Necesito que sean aliados más bien.

CarolinaVK dijo...

Y bienvenida al blog. Creo que eres a primera persona en comentar como en dos años. Eso me hace feliz.

Susana dijo...

jajaja, me encanta comentar en blogs y el tuyo me parece bacano.

Uno a veces se cansa de que la vida sea una sustancia tan neutral y tiene sus momentos de drama queen, como si lo que no fuera dramático no mereciera recordarse.